Libreros, editores y distribuidores muestran su preocupación por los efectos que esta crisis pueda tener en el sector
Publicado el 18 de Marzo de 2020
Libreros, editores y distribuidores quieren expresar su preocupación por los efectos que esta crisis pueda tener sobre el sector. Consideran que existe un riesgo cierto de que muchas de las empresas que conforman el tejido del sector no puedan superar las dificultades económicas que esta crisis sanitaria están creando. Preocupación que se extiende en el conjunto del colectivo: editores, libreros y distribuidores comparten una tipología de empresas pequeñas, incluso microempresas, que suponen un 70% del tejido del libro y que están en riesgo de supervivencia.
En este sentido, quieren recordar que, en la actualidad, la industria del libro constituye el primer sector cultural del país, cuenta con un tejido empresarial formado, fundamentalmente, por pequeñas y medianas empresas que garantizan la pluralidad y la diversidad. El cierre de estas, como consecuencia de esta crisis, supondría una pérdida irreparable para la cultura de nuestro país.
El cálculo realizado por el sector del libro señala que la paralización de la actividad podría suponer la reducción en un tercio de la facturación del sector del libro en España, entorno a mil millones de euros, 800 provenientes del mercado interior y 200 del mercado exterior del libro.
En consecuencia, editores, distribuidores y libreros consideran prioritario que las medidas adoptadas por el Gobierno para dotar de liquidez garanticen la solvencia de las empresas por lo que le piden al Ministerio de Cultura y Deporte, como medida perentoria, que arbitre, facilite y potencie que esas medidas lleguen realmente al sector del libro para evitar la pérdida de empresas y el consiguiente daño irreparable para el panorama y el patrimonio cultural.
Además, han transmitido la necesidad de que comiencen a tramitarse algunas medidas que permitan revitalizar la actividad e incentivar la adquisición de libros una vez que se haya puesto fin a la emergencia sanitaria. Petición que también quieren trasladar a Comunidades Autónomas y Ayuntamiento que podrían jugar un papel determinante. Entre ellas, la activación de un Plan de compra para las bibliotecas a través del sistema librero en todo el territorio. Para ello solicitan que se flexibilicen y agilicen los procedimientos de compras por parte de las instituciones.
Asimismo, consideran la necesidad de poner en marcha un Bono libro para la adquisición de libros basándose en modelos ya puestos en marcha con éxito en algunas comunidades autónomas, como en Cataluña, que cumple una doble función, el fomento de la lectura e incentivar el consumo de libros.
Por último, y entre otras medidas, que se articulen medidas para el uso del sistema de cheque-libros dentro de los programas de gratuidad de los libros de texto para que estos se adquieran a través de cualquier librería por parte de las familias.
La lectura debe seguir estando presente en los hogares durante el confinamiento.
Libreros, editores y distribuidores quieren recordar que la lectura es una actividad que puede contribuir a hacer más llevadero el necesario confinamiento en los hogares decretado para frenar la crisis del coronavirus. Como señalaba el último Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros 2019, para la mayoría de los españoles, la lectura es una actividad que ayuda a comprender el mundo que nos rodea, es una actividad emocionante y estimulante y nos hace más felices. Por ello, quieren señalar que, a pesar de las restricciones de movimiento, además de la relectura de los libros que ya hay en el hogar, existen otras fórmulas para acceder a la lectura y poder, así aprovechar el tiempo para entretenerse, formarse e informarse.
En este sentido, recuerdan que existen plataformas colectivas de las librerías como www.todostuslibros.com, así como webs de librerías donde adquirir los libros online y que mantienen su actividad
La Asociación de Cámaras del libro quiere hacer un llamamiento a la responsabilidad de todos para que se evite acudir a páginas de descargas ilegales de libros que, en estos momentos, no harían más que perjudicar a un sector que ve con preocupación las consecuencias para el futuro próximo que puede acarrear la crisis sanitaria que estamos viviendo.
Fuente:
FANDE