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La venta en línea es el nuevo reto de las librerías

Publicado el 7 de Mayo de 2020

Con la crisis, algunas librerías también se han percatado de que habían dejado de lado una parte importante del mercado del libro: la venta en línea. Es evidente que la compra electrónica se impone y han empezado a trabajar en este sentido.

La presidenta del Gremi de Llibreters, Maria Carme Ferrer, reconoce que, aunque los clientes de las librerías las han apoyado durante el confinamiento, “las ventas han sido bajas”. Por eso destaca, aparte de la gestión de algunas tiendas en concreto, las dos iniciativas que han dado apoyo a los pequeños negocios: Llibreries Obertes y Adopta una Llibreria.

Ferrer considera que las editoriales que venden directamente sus libros sin tener en cuenta a las librerías, “no hacen una gestión transversal”, punto que comparte el librero Lluís Morral (Laie), que matiza: “Las editoriales que venden directamente no están haciendo nada ilegal, pero no está bien que nos puenteen porque se llenan la boca diciendo que las librerías somos muy importantes”. En el caso de Laie, el buen funcionamiento de su web ha propiciado un confinamiento menos duro: “Ha sido importantísimo porque hemos tenido muchas consultas y pedidos”.

'Dropshipping'

Se compra en línea a una librería y una empresa lleva el libro a casa desde un depósito central

La librera Elena González ( Tòmiris) declara que le ha funcionado “muy bien la iniciativa Llibreries Obertes”, la venta por adelantado mientras las librerías no podían abrir, que suponen muchos de los pedidos que, a partir de hoy, repartirá a sus clientes. González, como también han hecho otros establecimientos de barrio, ha repartido libros a domicilio, a los clientes que eran vecinos. “Es que la gente ne­cesita leer”, remarca, y anuncia que quiere poner en marcha en su web todo el fondo de humanidades que atesora en su establecimiento.

Lluís Agustí, director del posgrado de Librería, considera que las librerías han de tener web de venta de libros: “Quienes entraron en la crisis con la web preparada no han sufrido tanto, aunque no es fácil gestionar un buen servicio. Libelista funciona muy bien para las librerías independientes”.

La editora Ester Pujol ( Enciclopèdia Catalana) afirma que “la crisis lo acelerará todo, habrá más teletrabajo y telerreuniones, y el wifi ha de ser un derecho universal, como el agua o la luz”. Joan Sala(Comanegra), que impulsó Adopta una Llibreria, ha constatado que durante el confinamiento su editorial ha vendido “muchos libros de fondo, un 70% de los pedidos, y eso lo seguiremos haciendo para ofrecer esos títulos que ya no se encuentran en los puntos de venta”.

“Ante Amazon –continúa Sala–, las librerías se han de espabilar con las webs. Para sobrevivir, el futuro es la gente que irá a la tienda, pero también a internet”.

Otra de las propuestas que están sobre la mesa es el dropshipping , que empieza a andar y ya funciona en otros países: El lector compra un libro en el web de una librería para que se lo lleven a casa, y desde un depósito centralizado se efectúa la entrega directamente al cliente sin pasar físicamente por la tienda: del almacén a casa, con beneficio para la librería. Compra en línea y buena distribución parece que son los dos grandes complementos que, en esta nueva vida, pueden ayudar más a las librerías.

Fuente:

lavanguardia.com